miércoles, julio 23, 2008

# rEfeREnCiAs #

Cuando despertó, yo todavía estaba allí. Monterroso me habló varias veces de la escena. Después, se marchó, aunque siempre estará allí, con mi canción para Maga. Julio, Jules, Cortázar, como lo llaman quienes no lo conocen. Tantos años en París, tu país; tanto descoyuntar gauloises pensando en volver a Montevideo, cruzar La Plata y charlar en Pueyrredón con Jorge Luís. José Arcadio y el Coronel, el primero jodido y el segundo jorobado y mejor educado, por el calor y la lluvia alternados religiosamente durante años (y los mosquitos), se recogen ritualmente en la casa de Ludwig al caer la tarde, todas las tardes, ritualmente, y beben vasos de agua. De la estepa y el centeno, Carver se ocupa; él nunca parará de beber y siempre dice que no tiene ganas de vivir; mientras, Gabo, en tránsito permanente, acepta que se le acabó la inspiración.


Descansen todos en paz.

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