viernes, junio 09, 2006

filósofos


yo mismo nunca supe responder bien a la pregunta. a pesar de haber sido yo mismo su introductor en nuestras tertulias. me parece que los demás esperaban una respuesta, que sólo yo sabría. los demás creyeron siempre que era un juego sucio de come-cocos intelectualoide demodé. así, en el aburrimiento que ofrecen las preguntas incontestables, alguién encontró el primer extremo de hilo del ovillo... y comenzó a tirar.
hoy, sigue tirando. por más de dos horas al día se dedica a ejercer su profesión... desenmarañador de ovillos, buscador de agujas de pajar, escritor de lo que nadie lee. filósofo, infeliz, inocente. piensa que el otro extremo del razonamiento está dentro de la madeja.

sorel en la mercería.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Últimamente me he topado con críticos de cine y literatura que respondían a cierta opacidad estilísitica con la convicción de que pretendía alardear de "juego sucio de come-cocos" sin tener jamás la complejidad y solidez de serlo; craso error por su parte, pues sí que lo eran pero aquellos críticos se creyeron demasiado importantes por su acomodación a sus Godards, sus Polanskys o sus Umbrales, y pensaron que si ellos no encontraban nada tras la espesa niebla cultivada por el autor nada había y todo artificio consistía en la niebla; tras la cual, nada.
Caer en en lo contrario y buscar esos juegos donde no hay más que el vaho de un escupitajo es todavía más lamentable.

Germán en el Muro de las Lamentaciones