domingo, diciembre 30, 2007
epílogo-aprensión
lleva todas la vacaciones como ausente. una semana-y-media sin expresar dolor ni alegría, motivaciones ni desalientos. se levanta cada mañana, desayuna y se asea, es uno de los cánones sociales que debe respetar. hasta ahí, todo normal. desde ahí, todo monótono. pasar el día esperando a que algo suceda, a que algo venga en su busca, a que una gran idea se deslice bajo su cráneo y lo mantenga ocupado un par de horas. absorto, ése es el calificativo. no todos los días le ocurre algo, es más, la mayoría de los días se dedica a esperar. espera 24 horas cada día, con todos sus minutos y sus segundos, largos, largos y aburridos. la vida de una persona hábil y capaz desde un asiento improvisado cada día... cada uno de esos días que se dedica a vivir sin planificación previa, en espera de una sorpresa que lo será sin sujeción a criterio alguno... persona que se deja vivir, que se deja sentir, que encuentra.
fluye.
sorel en navidad.
viernes, septiembre 14, 2007
viernes, julio 20, 2007
philum
viernes, julio 06, 2007
Land Rover Group
Hace mucho tiempo que ni siquiera entro.
Y ahora que lo hago, tengo la sensación de estar andando por un lugar parecido a estas ciudades de arquitectura soviética que fueron desalojadas en medio minuto ya fuera por la explosión de algún reactor nuclear o la construcción de quién sabe qué embalse. Es como recorrer los edificios abandonados y encontarte con que el libro de recetas está abierto por el capítulo de cómo hacer la ensaladilla rusa.
Entro y remuevo las ruinas.
Entro, y me agacho, y levanto la alfombra por la esquinita. Piedras y piedras. Todas grabadas por signos alfanuméricos que van descifrando dos o tres o cuatro o infintas historias. Hay muchos nombres que se esconden detras de cada palabra. Se me hace extraño pronunciarlos, se me hace difícil comunicarme con los otros. Por eso comencé a escribir, para cerrar distancias.
Entro, ahora ya puedo entrar y remover todas las ruinas. Ahora que las distancias se cerraron y las heridas se convirtieron en rasguños.
Ha pasado mucho tiempo desde que escribiera mi última palabra,
ya no la recuerdo,
ni la quiero olvidar.
Entro y repaso mis pisadas antes de que saltara por la puerta y la ventana se cerrara de un portazo.
Ahora entiendo porque la gente abandona los lugares comunes y huye hacia adelante, las cosas las creamos con una esencia, los libros tienen desenlace, los personajes comen perdices, retoman otras rutinas.
lunes, abril 30, 2007
re-rendez-vous
jueves, marzo 22, 2007
yo, tú, él, ella, nosotros, vosotros, ellos...
¿Qué queremos?
¿qué buscamos en esta vida?
Cuando algo nos falta, lo anhelamos,
pero cuando lo conseguimos nos planteamos si es lo que realmente queríamos.
La naturaleza humana esta casada con el inconformismo, con el desasosiego,
esa sensación de falta de algo que no sabemos lo que es.
¿Cómo se puede echar de menos aquello que no se ha tenido?
¿Se puede sentir melancolía de algo que no ha ocurrido?
La vida avanza y yo me entretuve jugando.
Ahora soy mayor sin haberme dado cuenta, y me siento rara en este cuerpo grande.
A veces no me reconozco en el espejo
otras veces me pregunto: ¿cómo he llegado aquí?
Nadie me enseñó a ser mayor, o yo no quise aprender.
¿Se puede ser niña y mayor a la vez?
Me busco en las esquinas, en los espejos,
me busco en las ciudades nuevas, en los lugares desconocidos,
me pregunto, me cuestiono, pero a pesar de todo sigo siendo yo.
Me gusta sentirme yo. yo, sin más.
Por eso a veces busco un fondo de contraste,
un lugar que marque bien esa barrera entre yo y lo externo,
el límite entre mí y lo demás.
Con el tiempo, esa diferencia se borra, los contornos se difuminan y vas entrando en el paisaje global...
empiezas a pertenecer a un lugar, a sentirte parte de...
Eso esta muy bien, pero también pierdes los límites de donde empieza y acaba tu propio yo.
te deshaces como el azúcar en el café, como un caramelo en la boca.Más grande y a la vez más difusa...
En ese momento me asusto,
no me encuentro, y salgo corriendo,
como si la velocidad pudiera volver a definirme
a encontrar mis limites,
y buceo lugares nuevos, gentes nuevas, que remarquen con fuerza esas líneas, esa diferencia.
Es como querer coger mi sombra. Corro tras esa sombra que quiero guardar, atrapar, controlar.....
Busco una tranquilidad efímera, que se que no sobrevivirá largo tiempo.
Espero ir aprendiendo, y que un día pueda pertenecer al paisaje, ser parte, sin perderme a mí.
Encontrarme a gusto siendo el paisaje y a la vez conocer mis límites y mis yos.
Espero encontrarme definitivamente, algun día.
sábado, febrero 03, 2007
# poema sin título #
Nadie me dijo, nadie me habló
del dolor de un camino arduo.
Vuelvo a casa
me entrego a mi sillón
y voy retrocediendo hacia el centro
de mi corazón,
donde estás tú.
donde me esperas, me miras y me hablas
de volver a las estrellas.
Sorel en busca de Didíe
PromEsAs qUe nO VaLEn NadA
escribir lo números de las páginas de mi vida
antes de comenzar a engendrarlas.
Prometo firmemente no firmar
mis poemas hasta haberlos terminado.
Y eso tiene que ser de tu mano,
a mi lado,
Y, juntos, redactar nuestras vidas
sobre papel blanco, en tintas de colores.
La mIgrAcióN dE SoRel
domingo, enero 14, 2007
Mañana cumplo 9 años
Mañana cumplo 9 años. Todos dicen que ya soy mayor. Lo dicen muy contentos, como si fuera lo mejor. Pero yo no quiero. Me gustan los ocho años. Con ocho años he jugado mucho, es divertido. Como soy una niña pequeña puedo reírme cuando quiera, puedo llorar si me hago daño, puedo pedir caramelos, puedo jugar y correr por la calle, puedo inventarme juegos, contar historias a mi hermano por la noche, hacerle cosquillas, inventarnos cosas que no son verdad pero que dan mucha risa, pedir muchas cosas a los reyes magos… y no sé, muchas cosas más. Los mayores siempre están mandando y eso no es divertido, hay que hacerles caso y sino se enfadan. Aunque tú te enfades también, ellos tienen la razón. Los mayores se enfadan mucho.
No se que hacer para no hacerme mayor. Podría decir que mañana no es mi cumpleaños. Aunque quiero los regalos, podría decir eso, y nadie sabría que ya no tengo ocho años. Pero no soy una niña tonta, eso no serviría. No conozco a nadie que pueda no hacerse mayor. Lo único bueno de tener más años es que ahora sé más cosas que los pequeños de siete años o de seis años. He aprendido muchas cosas, soy más lista. También sé más juegos.
Mañana cumplo nueve años. Y el próximo diez. Eso es ser muy mayor. Bueno, ya sé, este año voy a aprender a no ser mayor. No quiero dejar de jugar.